La comunicación va mucho más allá de los medios masivos de (des)información que actualmente consumimos. La palabra comunicación deriva del latín comunicare que significa compartir algo o poner en común, por tanto se trata de una característica inherente a los seres humanos y sus relaciones, justamente será el lenguaje lo que nos diferencie de los demás seres vivos.
Desde los inicios del cine, a principios del siglo XX, las sociedades se han preocupado por la comunicación de masas, pero sobre a comunicación intercultural, solo hasta los años 60 en los Estados Unidos. Era la década de la «independencia» de muchos países del continente africano como Zaire, Chad, Nigeria y Occidente -que necesitaba salir de crisis sucesivas crisis económicas desde la Segunda Guerra Mundial- se planteaba la necesidad de utilizar los medios de comunicación y la comunicación en general para extender sus políticas capitalistas a nuevos de mercados.
Así, pensar la comunicación como posibilidad de intercambios interculturales también fue propiciada por la reivindicación de algunas minorías propias, como la de los afro-norteamericanos al interior de los Estados Unidos, así como por la alta suma de inmigrantes y refugiados que se asentaban en el país, en parte por las guerras llevadas a cabo en el sudeste asiático. Estas mismas guerras suponían para los norteamericanos el contacto con las culturas de países como Camboya, Laos y Vietnam. Finalmente a estos flujos habría que agregarles, obviamente, los de los países latinoamericanos.
En los años 70 se empezó a hablar académicamente de la Comunicación Intercultural como una especialización. Sin embargo, Michael Prosser (1974) mostraba su preocupación porque en las investigaciones del momento, no se tenía suficientemente en cuenta el papel de los medios. Ya en los 80, aparecieron nuevas subcategorías: la comunicación intercultural interpersonal Gudykunst y Ting-Tooney (1988), la comunicación transcultural Brislin (1986), la comunicación internacional Hamelink (1994), y la comunicación de masas compartida Blumler, McLeod y Rosengren (1992), que hoy Rodrigo Alsina (1995) resumiría en dos tipos de comunicación intercultural: la interpersonal y la mediada.
Finalmente, en los años 90 Thomas Fitzgerald nos invita a revisar el concepto de identidad como posible lugar de encuentro entre los estudios de comunicación intercultural individual y de masas, ya que los medios proporcionan distintos modelos identitarios, al tiempo que ayudan en la construcción de estereotipos y prejuicios sobre entre muchos otros temas, la diversidad/identidad cultural.
Sobre esos imaginarios sociales, prejuicios y estereotipos trabajamos en el Col·lectiu i+, con el objetivo de sensibilizar sobre los orígenes múltiples, diversos y en constante transformación de nuestras propias identidades.
(Foto: Proyecto YAMARÓ del Colectivo elParlante )
Bibliografía:
ALSINA, Rodrigo. (1999). La comunicación intercultural. Barcelona: Editorial Anthropos.
ALSINA, Rodrigo. (2001). Teorías de la comunicación: ámbitos, métodos y perspectivas. 1era ed. Barcelona: Universidad Autónoma de Barcelona, 2001.
BLUMLER, Jay; MCLEOD, Jack y ROSENGREN, Karl. (1992). Comparatively speaking: communication and culture across speace and time. Editorial: Sage publications. Londres.
BRISLIN, Richard W. (1986). La comunicación transcultura. New York: Pergamon Press, (es la 4ª reimpresión, la 1ª edición es de 1981).
GUDYKUNST, William B .y TING-TOOMEY, Stella (1988). La comunicación intercultural interpersonal. Londres.
HAMELINK, Cees J. (1994). The Politics of World Communication. Editor: Sage publications.