Hoy entrevistamos a Alfredo Cohen, director y coordinador de elParlante. El motivo es claro: después de 4 años largos, su tesis doctoral titulada «Investigación evaluativa para el diseño de una propuesta de intervención en educomunicación para la ciudadanía activa» salió finalmente a la luz, con su correspondiente presentación en el edificio Tánger del Campus de Comunicación de la Universidad Pompeu Fabra. El trabajo de investigación evalúa parte de las metodologías empleadas en los últimos años en el seno de los proyectos La Cruce Común y Desmontamitas, donde la temática del diálogo intercultural tiene más fuerza. Las conclusiones apuntan a una interacción positiva por parte de los participantes de los dos proyectos: un aumento de la conciencia crítica y del contacto intercultural. Queríamos preguntarle en definitiva sobre los impactos, utilidades y limitaciones, y comprender en última instancia qué nuevos valores y procesos impregnarán elParlante a partir de este ambicioso trabajo académico en los próximos años.
Ha sido una tesis larga. ¿Qué elementos hicieron más compleja la investigación?
Supongo que todas las tesis son complejas y las investigaciones serias requieren tiempo. La mayor dificultad, quizás, fue trabajar con los tiempos de tres instituciones diferentes: la academia, la escuela y el ayuntamiento. Fue compleja también porque elParlante es un proyecto en permanente construcción y porque yo, como investigador principal de la tesis, también estoy estrechamente vinculado al día a día de elParlante. Trabajar en los dos proyectos durante casi 4 años fue la mayor ventaja y desventaja, la mayor virtud y problemática.
¿Qué supone para elParlante ser el objeto de estudio de la tesis?
Creo que la investigación es fundamental para cualquier proyecto. Más para un emprendimiento social que quiere mejorar la calidad de vida de las personas desde la educación y la cultura. La tesis ha ayudado a dar apoyo teórico y metodológico a las acciones de elParlante, es decir, la ha dotado de sentido. Ha puesto en perspectiva y de manera rigurosa su posible alcance, sus limitaciones. Las iniciativas que no se evalúan, que no se miden, no pueden demostrar su impacto y están condenadas al fracaso o como mínimo, a quedar como una anécdota, como un proyecto curioso.
Se trata de una investigación evaluativa. ¿Tu objetivo final era demostrar la utilidad social de elParlante?
Sí, medir su impacto social desde el punto de vista educativo, desde la comunicación para el cambio social, y desde la interculturalidad, que es el tema específico de los dos proyectos evaluados.
¿Por qué te vas a centrar en los proyectos Cruce Común y Desmontamitas?
Porque en el momento de empezar la tesis eran los proyectos más activos en elParlante. Hoy en día La Cruce Común es un proyecto consolidado. Sólo en 2016 se implementó 7 escuelas. Pero especialmente porque estos dos proyectos trabajan en el aula de clase, en la educación formal y me parece que es un espacio privilegiado para generar diálogos interculturales y de otros tipos, desde la educación. No puede ser que los proyectos más creativos e interesantes se hagan por fuera de la escuela. La escuela es el espacio natural de formación. Los y las jóvenes pasan aquí muchas horas del día. Si no conseguimos que se lo pasen bien aquí, haremos jóvenes infeliz, desmotivados, apalancados. No se les puede exigir después, que al salir de la formación obligatoria, sean ciudadanos/as comprometidos/as con su propio desarrollo y el de su comunidad si nunca se les inculcó en el aula.
¿Con qué resultado evaluativo de tu tesis te quedas?
Con la comprobación de que desde la educación se pueden trabajar innumerables temáticas. Con la participación y valoración positiva por parte de los jóvenes en las dos estrategias. Con su espíritu crítico sobre el relato de los medios de comunicación de masas y sobre la misma educación que están recibiendo. Me quedo con la profesora comprometida, la directora del colegio que cree que desde el arte se puede educar, con el técnico del Ayuntamiento de Barcelona que considera importante y muy seria la inversión al sensibilizar sobre la riqueza de la diversidad cultural. Me quedo, en fin, con la esperanza.
No obstante, también me quedo con la demostración de que la escuela debe reinventarse urgentemente y que es con la participación de toda la comunidad pero especialmente de los y de las jóvenes con los que hay que plantear y desarrollar estas transformaciones.
Explica la principal limitación de la propuesta de educomunicación que sale de la tesis. ¿Es extrapolable al conjunto de elParlante?
Podría responderte que los recursos económicos y técnicos son una dificultad, así como la falta de formación e interés del profesorado en algunos casos. Pero creo que si me preguntas por la principal limitación, te diría que se trata de voluntad política. Es un tema de ética, de compromiso social. La sociedad necesita una juventud activa y comprometida, respetuosa con la diferencia, incluyente y solidaria. Los que nos sentimos con esta responsabilidad debemos hacer lo que sea necesario para dotar a los y las jóvenes de más y mejor información sobre lo que pasa, pero sobre todo de generar espacios para escucharlos y fomentar su expresión. Por eso se necesita más convicción que recursos.
En conclusión, ¿son las personas más críticas, con menos prejuicios, más dialogantes, después de participar en Desmontamitas y La Cruce Común?
Más críticas seguro, es lo que muestran los resultados. Más dialogantes, te diría que también, que al menos durante los talleres y la implementación general de los proyectos, se generan muchos espacios de diálogo entre, inclusive, jóvenes que normalmente no participaban durante las clases habituales. Si tienen ahora menos prejuicios que antes es difícil de afirmar. Algunas cosas cambian, seguro, pero como les afectará en el futuro sería parte de otra investigación. Es difícil que alguien no tenga ningún prejuicio, o que se eliminen con unos cuantos talleres. Los y las jóvenes decían que el proyecto les enseña a «juzgar el libro más allá de la portada», pero los prejuicios corresponden a estereotipos, que son ideas arraigadas que dependen de agentes de socialización como la familia, la escuela, la política y los medios de comunicación, a los que están expuestos permanentemente. Estos proyectos buscan generar debate en torno a estos estereotipos, espacios de diálogo para discutirlos desde el respeto, este creo que es un primer paso, y muy importante.
¿Cuál es el futuro de elParlante, teniendo en cuenta el trabajo y lo aprendido en esta tesis?
elParlante entra en una etapa de consolidación como emprendimiento social, como una empresa sostenible capaz de movilizar personas y generar ciudadanía activa desde la educación y la comunicación. La tesis muestra el horizonte, la utopía, la necesidad de darle rigor científico a los proyectos sociales. El futuro tiene que ver con medir cada intervención, medir cualitativamente para mejorar, para hacer proyectos con más impacto, con la misma responsabilidad y pasión.